Quédate en la playa hasta el atardecer, si hay algo que vale la pena en este lugar de turismo feroz, es la calma de la tarde y la vista del mar.
En una ciudad creada para el negocio turístico, no está demás reconocer la sencillez que hace la diferencia, aquí lo que yo encontré:
- El color del mar y el atardecer, que se disfrutan aunque no se pague un hotel de lujo
- La palapa y los libros del hotel de Stanley, descansando en el sillón, leyendo y comiendo melón con nieve
- La cabalgata con Justo y sus caballos, quien quisiera ser tu amigo si vivieras en el Cabo
- Yuky la enorme, sus masajes y sus historias
- El paseo en lancha hasta el Arco y las piedras de los lobos marinos
Pero...
¡¡ Cuidado con los vendedores de "Pueblo Bonito" !!
Querrán venderte un pequeño cuarto compartido a precio de casa de lujo.
Yo lo sé: Real estate-American Standards
Mejor, que cada quien elija lo que le convenga...