29 de marzo de 2009

EL ARBOL


Los sueños son la voz interior que me despierta.
Me asombra el impacto que pueden tener en mi conciencia.
Nunca ha fallado, son un camino seguro a mi interior.
Tal vez no sean la respuesta, pero sí la pista, la inquietud y la emoción de que llega algo importante.

Este sueño llegó en un momento de confusión que necesito aclarar.
Estoy curiosa, bienvenidos sean los cambios...

Leía un libro en el patio trasero de mi casa, el sol hacía brillar las páginas con una luz furiosa. Cerré el libro para descansar y disfrutar el calor. Estiré las piernas y fui consciente de un leve dolor, primero un pequeño ardor y luego un terrible crujir de huesos que me obligó a correr a la cocina en busca de un cuchillo para abrir mi pierna.

El dolor aumentaba y yo salía corriendo en busca de flores para meterlas en la herida.
Todo aquello era una gran emergencia.

De repente el suelo temblaba y mi cuerpo también.
Asustada veía como se movía mi piel por la presión de las pequeñas ramas que empezaban a brotarme de las piernas.
Flores color violeta crecían rápidamente.

Subía a mirarme al espejo y veía mis piernas cubiertas de flores.
El temblor había pasado, mis dedos, mis brazos, mi pecho, eran ahora de madera.

Empezé a entenderlo con asombro,
ya no era más una mujer,
me había convertido en árbol !!!!